El estigma de un error pagado
El estigma de un error pagado

Por: Diana Dalila Molano Franco.

El estigma de un error pagado

En Colombia, el derecho al olvido es un tema cada vez más relevante en la sociedad, especialmente cuando se trata de personas que han caído en eventos desafortunados en el pasado, han pagado las consecuencias de ello, pero aún enfrentan el estigma de esos actos. Las leyes colombianas, en su evolución, han comenzado a reconocer la importancia de proteger la dignidad, la honra y el buen nombre de las personas, aun cuando éstas hayan cometido errores en el pasado. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿debe la sociedad seguir recordando y señalando a una persona por errores ya saldados?

El derecho al buen nombre y la rehabilitación social en la constitución

En primer lugar, la Constitución Política de Colombia de 1991 establece en el artículo 15 el derecho fundamental a la intimidad personal y familiar, y en el artículo 21 el derecho al buen nombre. El artículo 21 señala que "toda persona tiene derecho a la honra y al reconocimiento de su dignidad", protegiendo a las personas de ser objeto de desprestigio social por hechos pasados que ya no corresponden a su realidad actual. Este derecho está estrechamente vinculado con el concepto de rehabilitación, que implica el reconocimiento de que una persona puede mejorar, cambiar y reintegrarse en la sociedad.

La protección del buen nombre: Leyes vigentes

La Ley 1581 de 2012, que regula la protección de datos personales, establece importantes disposiciones en cuanto al manejo de la información personal de los ciudadanos. Esta ley implica que las bases de datos deben ser precisas y actualizadas, lo que implica que no debe mantenerse información desactualizada o irrelevante sobre una persona que ha cumplido con las consecuencias de sus actos pasados. Así, el hecho de que un error cometido hace años siga presente en las bases de datos o en los registros públicos, vulnera el derecho de la persona a ser tratada con dignidad, ya que perpetúa una imagen negativa de quien ya ha resuelto su situación.

El daño moral y social: Consecuencias en la vida de la persona

Cuando una persona es marcada por un error del pasado, las consecuencias no solo son legales, sino también sociales y emocionales. El daño moral que se genera por la difusión de información antigua que no refleja la realidad presente de la persona puede ser devastador. Las personas afectadas pueden ser objeto de discriminación y marginación social, lo que afecta su salud, calidad de vida y bienestar. Además, este tipo de estigma puede desencadenar un daño económico, ya que las oportunidades laborales pueden verse reducidas por la existencia de esa información negativa.

El Código Civil colombiano, en su artículo 16, establece que el "derecho al buen nombre" es un derecho protegido, y el artículo 23 de la Constitución resalta la importancia de la protección de los derechos fundamentales, que incluyen el derecho a no ser objeto de juicio o condena social sin la debida causa. Es decir, no se puede seguir señalando a una persona indefinidamente por un evento desafortunado del pasado cuando ya ha sido sancionada o ha resuelto la situación.

La regla del perdón y la rehabilitación en la ley penal

En el ámbito penal, la Ley 599 de 2000 (Código Penal Colombiano) también establece un marco para la rehabilitación de las personas que han cometido delitos y han cumplido con las penas impuestas. El artículo 66 de esta ley establece que las personas que han sido condenadas pueden gozar de la rehabilitación penal cuando hayan cumplido la pena, pagado la indemnización o reparado el daño causado. Es importante destacar que, aunque la pena se cumpla y el daño se haya reparado, la sociedad, en ocasiones, no concede esa rehabilitación, ya que continúan marcando a la persona con el error del pasado.

Esto se ve reflejado en los efectos psicológicos que genera en la persona afectada, quienes muchas veces sufren por la exclusión social, la pérdida de oportunidades y la constante recordación de su error. Este daño es tan profundo que puede llegar a afectar la salud mental de los individuos, de manera tal que puede generar trastornos como ansiedad, depresión y estrés, que repercuten también en su entorno familiar. Pero más compleja aun es la situación de las personas que ya tenían un diagnóstico y tratamiento por una afectación mental, toda vez que el señalamiento y el rechazo social, laboral y personal por sus errores pasados, la pueden llevar a empeorar su situación de salud, desencadenando en situaciones devastadores y sin retorno, como es el aislamiento social, o peor aún la decisión de atentar contra su propia vida, al sentir que ya nada tiene sentido; y que la estigmatización y el rechazo social le están impidiendo redimirse para poder tener una vida completamente normal, servir a la sociedad y desempeñarse laboralmente de manera eficiente.

El Derecho al Olvido y la Protección de datos

Como se mencionó, la Ley 1581 de 2012 también recoge el concepto de "derecho al olvido" en el contexto del manejo de la información personal. Si bien no está explicito n la ley, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha avanzado hacia la protección de los derechos de las personas frente al uso indebido de la información personal que ya no es pertinente ni veraz. Esta interpretación se extiende a aquellos casos en los que la información sobre un error o un evento desacertado del pasado, persiste de manera digital, como en registros en internet o en redes sociales, sin que exista una justificación válida para su perpetuación.

La Corte Suprema de Justicia, en su sentencia de 2018, en relación con los efectos de la publicación de información en internet, dejó en claro que cuando una persona ha saldado su deuda con la sociedad, no debe seguir siendo objeto de publicación de hechos que afecten su honra. La Corte enfatizó la importancia de la rehabilitación y el reconocimiento de que el pasado no define el presente de una persona, si ya ha tomado las acciones necesarias para remediar el daño causado.

Conclusión: La Necesidad de Restablecer el Buen Nombre y la Dignidad

En conclusión, el derecho al olvido y al buen nombre es fundamental para garantizar que las personas puedan redimirse, rehabilitarse y reintegrarse a la sociedad de manera efectiva. Si bien el marco legal colombiano ha avanzado en la protección de estos derechos, aún es necesario que se refuercen los mecanismos para que los errores pasados no sigan afectando la vida de aquellos que han pagado por ellos.

Es imperativo que, como sociedad, reflexionemos sobre el concepto de rehabilitación y sobre la importancia de permitir que las personas puedan avanzar sin ser perseguidas por el pasado. El derecho a ser olvidado no solo tiene implicaciones legales, sino también sociales y psicológicas, y su respeto es esencial para lograr una sociedad más justa y equitativa para todos.

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